Revista Ciencia, Tecnología e Innovación
Gestión 2021 Volumen 19, Número 24 33 - 53
ISSN VIRTUAL: 2708-0315
ISSN de enlace (ISSN-L) Impreso: 2225-8787
Revista Ciencia, Tecnología e Innovación.
Todos los derechos reservados.
La Práctica Educativa Comunitaria y la Investigación Educativa en la
Formación de Maestros en Bolivia
María Marcela Magne La Fuente.
magne.maria@usfx.bo
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Artículo
docente, la producción de conocimientos desde
la práctica pedagógica y su difusión.
Según Díaz Barriga, la integración de la
investigación en las labores educativas debe
tener, tanto en la intencionalidad como en los
productos, el distintivo de ser eminentemente
humana (citado por Lozoya y Ocampo, 2019:
141), esto en formación de maestros implica el
desarrollo de capacidades como resolución de
problemas y conflictos, pensamiento crítico,
creatividad, trabajo colaborativo, habilidades
comunicativas y uso adecuado de las
tecnologías además de las específicas al área de
especialidad pedagógica, en esta orientación:
Las personas que hoy vivimos en el siglo
XXI, necesitamos aprender cómo identificar y
resolver problemas, cómo utilizar procesos de
pensamiento del más alto orden, adaptarnos
a los cambios vertiginosos de la ciencia,
la cultura y la sociedad, donde el espacio
destinado a la acumulación del conocimiento
debe ser reemplazado por el pensamiento
crítico, la conducta valorativa y la capacidad
de planificar, ejecutar y controlar el propio
conocimiento. (Arteaga, Armada Arteaga y Del
Sol, 2016: 170).
Entre las labores que pueden posibilitar este
impulso están la observación y reflexión de,
desde y sobre las acciones educativas, que si
son sistematizadas a partir de las vivencias
pedagógicas aprendidas (experiencias) se orienta
la elaboración de productos que contribuyen al
conocimiento pedagógico didáctico y a superar
las adversidades formativas.
De acuerdo con Arteaga, Armada Arteaga y
Del Sol (2016: 169 – 176), Espinoza-Freire,
Tinoco-Izquierdo y Sánchez-Barreto (2017: 40
– 43) los procesos de deliberación facilitan a
que los estudiantes de los centros de formación
docente alcancen independencia cognoscitiva
y autorregulación de aprendizajes para que
puedan desenvolverse con motivación, desde
el rol educativo que desplieguen, de acuerdo
a las demandas de tiempos y contextos donde
accionan, incluyendo en estas exigencias el uso
de tecnologías de información y comunicación,
asumidas como medios y no como fines
pedagógicos en sí mismos.
La actitud positiva de los estudiantes hacia la
investigación es importante para que arroguen
la importancia de la misma en el servicio como
futuros docentes y no la conciban como un mero
requisito para lograr aprobar cursos y obtener
un título profesional. (Rodríguez, 2018: 5), en
esta dirección se hace imprescindible gestionar
procesos formativos enriquecidos de prácticas
investigativas
;
en concordancia con Arendt:
No es posible pensar sin la experiencia personal
porque aquello que irrumpe nuestra mente y que
ocasiona un conjunto de ideas sobre un aspecto
de la vida educativa despliega la oportunidad
de interrogarse, y estas preguntas que surgen
en nuestro interior son las que mueven la
cotidianeidad de la práctica educativa. (citado
por Ortega y Hernández, 2016: 297)
Como señalan Barraza, Jaik (2017: 35),
Rodríguez (2018: 5) la preparación inicial
docente requiere de una planta de profesionales
con conocimientos, capacidades y experiencia
que les facilite liderar y acompañar procesos
formativos, en los que las investigaciones que se
formalicen sean oportunas a la realidad, aporten
conocimientos y resuelvan problemáticas
actuales.
Un aspecto que se recalca es que no existe
una sola forma de enseñar a investigar, en
conformidad con Rojas “no hay esquemas o
modelos de investigación únicos y definitivos
sino solo guías que orientan el desarrollo del
trabajo de investigación, las cuales se ajustan