EDITORIAL
Educación y cambios de comportamiento en salud
Definida la educación como el proceso de enseñar o capacitar y, al mismo tiempo, adquirir
conocimientos, experiencia y/o desarrollo que resulta de la labor instructiva, constituye un
proceso social representado por la modificación de comportamiento de eventuales
participantes. Se trata pues de un proceso dinámico que acompaña al individuo durante el
continuo de la vida y se produce a través de canales formales e informales. Este proceso que
consta de dos partes: la parte que suministra el estímulo, la información y la orientación y la
otra representada por el individuo que aprende, progresa o se beneficia de alguna manera
del proceso educativo, da como resultado un incremento en la conciencia, en el conocimiento,
en las habilidades y finalmente en el campo de la salud, en la forma de cuidados y la calidad
de vida.
La educación en salud, tiene el fin de mejorar o fomentar la salud del individuo, la familia y la
comunidad como resultado de transformar la información sobre salud en conocimientos y en
prácticas, con lo cual se logrará crear o reforzar hábitos sanos y patrones constructivos de
comportamiento. En este proceso, los valores y actitudes del individuo tienen una gran
influencia en la decisión de adoptar comportamientos que fomenten de manera continua la
salud. En consecuencia, no es posible considerar la educación en salud como un programa
específico ni se debe identificar a determinados profesionales como responsables de su
implementación, la educación en salud debe ser un complemento del desempeño diario de
todos los miembros del equipo de salud, de tal manera que las acciones de unos y otros se
refuercen hasta el punto de lograr los anhelados cambios de comportamiento en los
receptores de la información. Cada profesional del área de la salud , debe ser un “educador
en salud”.
Scarley Martínez
EDITORA EN JEFE REVISTA Bio Scientia