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Rev. Bio Scientia V.1 N°1 Año 2018 Pág. 15-22
Introducción
En nuestra sociedad contemporánea, se siente
cada día más la necesidad de humanizar el
cuidado al paciente con la finalidad de
sensibilizar al profesional de la salud, ante los
problemas psico-sociales que el paciente trae
cuando está enfermo. Además, es preciso
reflexionar que en nuestra realidad, la ciencia
y la tecnología están avanzando y se están
dejando de lado la actitud humanitaria de
parte de los profesionales de salud. Este
cuidado humanizado requiere actos como
pensar, ser, hacer, lo que involucra tanto al ser
que es cuidado, como al profesional que lo
cuida, sin tener en cuenta el significado del
cuidado; es decir, resulta fundamental
comprender la esencia del ser humano como
algo integral, único, indivisible, autónomo y
con libertad de escoger. Los pacientes
requieren cuidados holísticos que promuevan
el humanismo, la salud y la calidad de vida. La
Enfermera debe comprender que su labor
principal, es diagnosticar las reacciones
humanas; esto incluye brindar una atención en
forma cálida y respetando los valores éticos
del paciente. Debe existir entre los
profesionales de la salud y el paciente una
verdadera amistad, que convierta a la
Enfermera en un ser humano, perito en la
ciencia y el arte de cuidar.(1)
La enfermería es una profesión que se encarga
del cuidado y la atención de la salud. Es una
disciplina de carácter social, guiada por
normas y principios que rigen su accionar,
cuyos sujetos de atención son la persona, la
familia y la comunidad, teniendo en cuenta sus
características socioculturales, necesidades y
derechos, así como el ambiente físico, social
que influye en la salud, en el bienestar del
usuario.(2)
El profesional de enfermería ha de ser sensible
a las necesidades que presente la usuaria para
mantener una actitud crítica reflexiva frente a
la realidad del ser humano y sus derechos,
haciendo de su práctica diaria un medio
propicio para la investigación, aplicación de
modelos teóricos, que proporcionan un
cuidado con calidad, calidez y sensibilidad
humana, que le permiten un crecimiento como
persona, profesional, y que genere un espíritu
transformador para sí misma, y en las
instituciones de salud al mismo tiempo
proporciona un cuidado competente. Cuando
un individuo padece de una enfermedad
recurre a los profesionales de la salud, los
cuales trabajan por un objetivo común sanar al
enfermo, durante este proceso el individuo
experimenta cambios en forma física,
psicológica dependiendo del tipo de relación,
comunicación que establece con la
enfermera.(3)
En la enfermería no se puede negar la
existencia de la deshumanización en lo que
respecta a la atención de salud; como también
la indiferencia ante las necesidades
emocionales y espirituales de los pacientes; los
términos de deshumanización y
despersonalización hacen referencia, sobre
todo, al grado de considerar como un “objeto”
más al paciente enfermo durante la estancia
hospitalaria; ante ello surge la necesidad de
determinar la percepción del cuidado
humanizado que brinda el profesional de
enfermería con la finalidad de contribuir en el
cumplimiento las demandas biopsicosociales
de las usuarias.(4)
En el Hospital Gineco Obstétrico y Neonatal
Jaime Sánchez Porcel se ha recibido quejas por
parte de las usuarias de la atención que reciben
de las enfermeras, refieren que no son
tratadas con amabilidad, individualmente, se
mostraban muy frías, no les inspiran
confianza, no se dedican a ellos y nunca les
explican cómo deben tomar sus medicamentos
otras indicaron, que no respetaban la
privacidad de sus cuerpos llegando algunas
veces exponerlos a la vista de los presentes,